Nuestras amigas las rutinas nos pueden ayudar a muchas cosas, pero cabe destacar que, al cuidar a personas que tienen una demencia neurodegenerativa, nos van a facilitar el trabajo diario y mejorar la calidad de vida de la persona enferma.
Una cualidad importante es que ayudan a la orientación temporal, ya que nuestras rutinas difieren tanto durante el día (realizamos unas por la mañana y otras por la tarde), como a lo largo del año (cambian según los meses, festividades…). Por ejemplo, es más fácil la realización del aseo diario si lo hacemos siempre después de levantarse por la mañana.
Son tareas que se hacen repetitivamente y de igual manera, así que las personas que tienen una demencia son capaces de seguirla más fácilmente ya que responden a comportamientos automáticos. Como reconocen lo que va a suceder rebaja su estado de nerviosismo o ansiedad. Al ser capaces de realizar en parte la tarea, también se sienten integrados y útiles por lo que mejoramos su autoestima.
Así que os motivamos a seguir con las rutinas y los horarios ya que os serán y les serán de mucha utilidad.
