No estamos hablando de que «se nos han olvidado las llaves» y «no me he acordado de felicitar a mi hermano por su cumpleaños». No debemos alarmarnos por pequeños olvidos que pueden ser propios de un estado de estrés, de agotamiento o de falta de concentración.
Vamos a intentar resumir en unos puntos lo que nos debe llamar la atención.
-La persona olvida acciones que acaba de realizar o información que acaba de recibir: acaba de hablar con la vecina en las escaleras y al llegar a casa no recuerda haberla visto. Ha ido al supermercado a comprar y vuelve a ir a comprar los mismo objetos.
Es normal que nos olvidemos de una cita y la recordemos posteriormente, el problema es no ser consciente de haberla olvidado.
-No realiza adecuadamente las tareas habituales tanto en el trabajo, en casa o en sus actividades de ocio. Son acciones que lleva años realizando como fregar los cacharros no nos referimos a acciones recién aprendidas como manejar un móvil nuevo.
-Pueden aparecer problemas de comprensión visual al no diferenciar bien, o confundir, formas, colores, distancias… También aparece una distorsión al dibujar los objetos.
-Aparece una dificultad para seguir las conversaciones, especialmente si se realizan en un grupo de personas. Que pregunte algo que ya se había comentado hace unos minutos, que no encuentre la palabra o que cambie el significado de la palabra: en vez de decir «vine en coche» diría «vine en un aparato con ruedas»
Esta dificultad de comunicación también puede aparecer en el lenguaje escrito.
-Coloca los objetos en lugares equivocados y, muchas veces, incongruentes. No es algo que pase en una ocasión, se produce de manera reiterativa llegando a referir que le desaparecen cosas o que alguien le roba.
-Cambios de carácter, volverse más retraídos, menos participativos, tristes, agresivos…
-Desorientación en el espacio y en el tiempo, no estamos diciendo que nos confundamos de día, hablamos de que se confunde el mes, la estación, el año y/o el lugar en el que se encuentra.
Cuando reconozcamos varios de estos síntomas o tengamos dudas la mejor opción es acudir a su médico para una detección precoz y poder empezar cuanto antes con la terapia farmacológica y la terapia cognitiva.
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