Seguimos trabajando con nuestros usuarios en sus hogares de manera individualizada y dependiendo de las características, aptitudes y capacidades de la persona. Tenemos casos en los que ya no se puede trabajar algunas actividades pero siempre tenemos recursos para poder hacer estimulación cognitiva. En este caso la lana es una material que nos da mucho juego para realizar diferentes ejercicios tanto de concentración, como psicomotricidad, praxias y estimulación sensorial. Está actividad repercute de manera positiva, reforzando la autoestima y mejorando los estados de ansiedad.