En verano HIDRATACIÓN

A todas las edades es necesaria una cantidad mínima de agua para el correcto funcionamiento del cuerpo. Se estima una media de 2,7 l de agua/día por individuo.

El aporte de agua debe proceder de tres fuentes:

* Consumo de líquidos
* Agua contenida en alimentos sólidos
* Pequeñas cantidades procedentes delos procesos metabólicos de grasas, proteínas e hidratos de carbono.

Siendo la mayor cantidad de aporte mediante el consumo de líquidos.

Las pérdidas por agua se producen por eliminada por orina, heces, evaporación de la piel y a través de la respiración incrementándose en momentos de mayor sudoración, fiebre, diarrea y alteraciones renales.

Una ingesta baja de agua puede provocar serios problemas de salud, si se produce de manera continuada o crónica produce en el organismo problemas de homeostasis en cualquier situación fuera de lo normal.

Con la edad avanzada la función renal se va deteriorando por lo que se necesita mayor cantidad de agua para excretar las cantidades necesarias de urea o sodio. Estos cambios se incrementan por enfermedades como la hipertensión arterial, enfermedades cardio y cerebrovascular eso el consumo polifármaco.

Aparte de los factores fisiológicos los afectados por enfermedades neurodegenerativas tienen una serie de factores de riesgo mucho mayor de deshidratación:

* Disminución de la movilidad
* Alteraciones cognitivas que merman la capacidad comunicativa
* Medicamentos diuréticos, laxantes y sedantes.
* Disminución del olfato y gusto.

Por lo que os recordamos que es muy recomendable el incremento de la ingesta de líquidos tanto de agua como de comidas con base acuosa (gelatinas, sopas frias, zumos…)